PEGGY COMPARTE SU HISTORIA
“Realmente noto en el trabajo que puedo recordar cosas como antes”.
Peggy, 62
Asistente Ejecutiva
Durante casi cuatro décadas, Peggy ha estado trabajando para una empresa con sede en los suburbios de Chicago que instala servicios públicos y cables subterráneos, las vastas redes modernas de tuberías y fibra que nos unen a todos pero que ninguno de nosotros puede ver. Esa pequeña ironía no parece pesar mucho en su mente porque, francamente, la mayor parte de su trabajo trata sobre responsabilidades en la superficie.
“Llevo 37 años trabajando allí haciendo todo como la mano derecha del presidente, por así decirlo. Nómina, seguros, cuentas por pagar, cuentas por cobrar, lo que sea, lo hago todo”, dice esta asistente ejecutiva de 62 años. “Soy un gran trabajador, una persona totalmente dedicada, una criatura de hábitos. Me gusta hacer las cosas a la misma hora todos los días y tener una rutina”.
Peggy luego comparte un dato que muestra que tiene otro lado. “Me encanta hablar con la gente. Solía trabajar como barman además de mi trabajo de tiempo completo durante unos cuatro años, y me encantaba porque luego socializaba con la gente y conocía historias y era muy divertido. Solía llamarlo mi trabajo divertido”.
Ella se mantiene en forma y mantiene sus niveles de energía con un régimen de ejercicio disciplinado. “He hecho ejercicio desde que tenía 28 años, y hasta que llegó la pandemia de todos modos, me levantaba a las tres menos cuarto de la mañana y llegaba al gimnasio generalmente alrededor de las cuatro en punto, hacía ejercicio durante dos horas. Dúchate y ve a trabajar. Durante la pandemia he estado haciendo ejercicio en casa, hasta que me siento lo suficientemente cómoda para volver al gimnasio”.
Peggy acredita su fuerte fe como el valor fundamental que la ha guiado a través de los años. Con su esposo, tres hijas adultas y un padre que cumple 99 años este año, agrega que una familia amorosa y buenos amigos también son importantes. “Solo trato de respetar a las personas de la forma en que quiero que me respeten, y trato a las personas por igual porque nadie es mejor que nadie”, dice.
Hace unos cinco años, Peggy comenzó a notar que tenía problemas para recordar hechos y cifras en su trabajo. “Mi memoria solía ser aguda y, aunque a veces puedes buscar algunas cosas en una computadora, hay cosas para las que ni siquiera tenemos una computadora”. Su esposo le sugirió que probara Prevagen, y en poco tiempo estaba recordando cosas de nuevo.
“Prevagen ha ayudado a mi memoria”, informa Peggy. “Realmente noto en el trabajo que puedo recordar cosas como antes”. Sin embargo, probablemente sea mejor que ella no tenga que recordar dónde enterraron todo ese cable.